Anecdotario de un librero en el Carrer de la Verge

Comparto la entrevista que me hicieron en la Rolling Stone Canadá:

 

-¿Cómo nace Lata Peinada?

Estábamos con Vázquez tomando vino y jugando al Jenga. De repente volqué la torre y cuando las piezas apenas tocaron el suelo de madera negra, le grité: ¡pensá una idea que pueda salvarme! Entonces, como si el subconsciente de ella se hubiera visto forzado a salir, empujado por el apuro al que no está acostumbrado, ella dijo: pongamos una librería de literatura latinoamericana en Barcelona.

Estás loca, le dije.

-¿A partir de ese momento de iluminación empezaron a buscar locales en Barcelona, miraron los catálogos de las editoriales independientes, las Joyitas? ¿Cómo fue?

No. Todo eso vino bastante después. A mí me quedaban dos meses de rehabilitación a los juegos de azar en la Clínica Los colores. Aprovecho para mandarle un saludo a la doctora Raquel y a todo el maravilloso equipo de gente que trabaja con ella.

Una vez terminado el tratamiento nos juntamos en una esquina de Palermo, no voy a decir en cual, y en media hora escribimos todas las cosas que sucederían en el primer año de Lata Peinada Barcelona.

-Y, ¿tus anecdotarios? ¿Cómo surge eso?

Eso tiene que ver con mi ego, con la incomprensible y constante búsqueda de fama que tengo desde los nueve años. Es curioso: ahora que tengo miles y miles de seguidores gracias a los anecdotarios que subo al blog de la librería, recién ahora me arrepiento y quisiera librarme de esta horrible condición ¿Sabés lo que extraño caminar por Las Ramblas sin que nadie me reconozca, sin que nadie me pida una foto? Es horrible y ya no hay vuelta atrás. Pero bueno, al menos me escribo con Messi por Whatsapp.

-El Festival de literatura latinoamericana Lata peinada ya lleva dos ediciones. Hace unos meses abrieron una sucursal en Madrid, ¿cuál es el próximo paso?

Es cierto que en estos casi dos años hicimos muchas cosas, pero se pueden hacer muchísimas más. Ahora, por ejemplo, estamos por comprar un helicóptero para hacer viajes literarios entre Barcelona y Madrid. Nuestros mejores cuatro clientes del año y un escritor. Champagne, caviar, y el piloto, claro.

-Parece un proyecto muy costoso…

¿Y?

-¿Piensan que en algún momento van a abrir una Lata Peinada en Argentina?

Yo pienso todo el tiempo en la Argentina, pero no estoy seguro de que ella piense en mí.

-No entiendo lo que me quisiste decir…

Yo tampoco, y sin embargo no entendí ni la mitad de lo que dice Vallejo en Trilce y aun así es uno de los mejores libros que leí.

-¿Antes de Lata Peinada, te imaginaste que ibas a ser librero?

No, me imaginé farmacéutico, lavacopas de restaurante con estrellas Michelin, boxeador amateur, pero librero jamás.

-¿Te puedo hacer una última pregunta?

Sí, claro, total si no me gusta la borro.

-¿Es cierto el rumor de que en algunos de los miles de libros del catálogo de Lata Peinada hay escondido un pasaje abierto para recorrer toda Latinoamérica en sidecar?

¿Quién sabe?