Anecdotario de un librero en el Carrer de la Verge

¿De qué puede servirme que aquel hombre haya sufrido, si yo sufro ahora?

Si esto fue una iglesia, aún queda su entrada en arco y una figura que no tengo idea de cuántos años lleva custodiando la calle. En nuestras tarjetas, en nuestra página, aparece el nombre que en otra época, en catalán y en castellano, muchas personas habrán nombrado para encontrarse bajo las costillas de aquella o aquel a quien hoy dedicamos la primera plegaria.  

Cada cual elige su dios. Ninguno es comprobable. Y eso, ¿qué importa? 

¿Qué clase de Dios imaginó 

tu creador para todos aquellos 

que no creen en las estampitas 

ni en las láminas? 

Bajo este cristo mujer embarazada 

de bronce sin manos ni pies 

duermen aquellos que se pierden 

y saben volver 

Este arco también puede ser una iglesia 

o una casa 

Es mentira que hace falta desangrarse 

para renacer