De bestias y aves

Termina el verano, cambia la estación, y una mujer conduce durante horas en plena noche sin saber que se aproxima a Betania, una casa aislada, casi un territorio fuera del mundo.

Un lugar desconocido y habitado exclusivamente por unas mujeres que, sin embargo, sí parecen conocerla a ella.

Lleva a sus espaldas a una hermana ahogada, y no le ha dicho a nadie que se marcha ni adónde porque ni siquiera ella sabe que su viaje va a ser tan largo.

Que está a punto de entrar en una casa en la que las mujeres se visten de la misma manera, como adeptas de un culto ancestral, y llevan a cabo extraños ritos y celebraciones.

Un espacio en el que las cabras dominan todo lo que no esté vigilado por los innumerables perros que viven allí, y en el que una roca inmensa oculta la luz del sol y domina el paisaje.

En el que, al fondo, un lago delimita las fronteras del terreno, sobrevolado de manera perpetua por las aves.

Y en el que también viven una mujer ciega a la que todas adoran y una niña que corretea de un lado a otro sin haber salido jamás de ese sitio.

Un rincón de tierra, agua y árboles donde la recién llegada no quiere estar a pesar de que tal vez sea, como le dicen sin que llegue a creérselo, el lugar en el que descubra por fin lo que significa formar parte de algo.

18,50

Sin existencias