Imaginemos una niña que debe hacer un camino en busca de un padre que bebe sin coartadas.
Imaginemos también una madre cuyo embarazo es ensimismamiento y hueco después del alumbramiento.
Imaginemos finalmente una mujer que se diluye en una memoria entregada al amor que nunca más volverá.
Socorro Venegas es una voz conmovedora, poderosa y bella, precisa.
Su libro es una contracción continua para un lector agitado en medio de una infancia desubicada de niños enfermos y ciegos, niños aislados, niños que no son niños.
Un vaivén a lo largo de una maternidad negada desde su gestación, de una maternidad que no lo es.
Un viaje dentro de una memoria, perdida y lejana, de aquello que una vez fue lo más deseado.
Un libro desgarrador, infinito, que nos habla de la música de la soledad, de la risa de la infancia acosada o de la huida de una madre que escapa dejando una cuna durante cualquier noche.