Sin justificar

Este texto de contraportada está sin justificar: las líneas fluyen desde la izquierda, cada una tan larga como le exigen las letras y los espacios que la conforman.

Las que aguardan al lector dentro de este volumen también están sin justificar: son apuntes un tanto arbitrarios, desenfadados pero con su razonable dosis de información, que expresan un modo de poner en práctica el oficio de editor.

Hay aquí unas cuantas piezas sobre personas, lecturas, debates y prácticas, como unas indeseadas pero necesarias notas necrológicas.

«Sin justificar» reúne, pues, unas anotaciones al margen de alguien que lee su profesión y su actualidad como si fueran un original que se prepara para la imprenta.

21,00

Sin existencias